jueves, 22 de marzo de 2018

Jueves 8 de Marzo del 2018


Este día, por motivo del Día de la Mujer, Juanfra nos dijo que no se lo podía tomar como huelga ya que está trabajando en la universidad desde hace, relavitamente, poco; pero
nos dijo el día anterior que si no íbamos a clase no pasaba nada, que no iba a adelantar temario y que hiciésemos lo que nos pareciese.
Me pareció un acto muy noble por su parte, y con esto me hace sentir que es una persona muy comprensiva. Porque gracias a hombres como él, no se puede generalizar con que “todos los hombres son unos machistas”.
Estamos en una época dónde el patriarcado se ha llevado a tal extremo que parece que vivamos remontándonos  a varios siglos atrás.
Existe la brecha salarial, dónde por el mismo trabajo realizado entre hombres y mujeres, se les paga más a los hombres, simplemente por eso mismo, por ser hombres. Existe el acoso sexual (obviamente también existe de una  mujer hacia un hombre), pero las estadísticas muestran que hay un porcentaje mucho más elevado de hombres hacia mujeres. Existe la violencia de género, igual pasa con el acoso sexual, también hay mujeres que maltratan a los hombres,  pero… ¿Cuántos casos de violencia de género aparecen a lo largo de todo el año en las noticias? En esta entrada de año 2018, a día de hoy, ya van 7 mujeres asesinadas por sus maridos. Dicen que vivimos en una democracia y en un país libre, pero luego nos cuestionan y juzgan si decidimos abortar. Igual pasa con nuestra vestimenta. Yo sí me pongo una falda no es para provocar a nadie, es porque me gusta y punto.
Y este día 8 de Marzo, las mujeres salimos a la calle para hacernos oír, y para haber si acabamos con estas injusticias que están implantadas simplemente por nuestros atributos.
Por eso le agradezco tanto a Juanfra que nos haya permitido no asistir a clase ese día y no nos ponga falta, para demostrar que las mujeres no sólo servimos a los hombres para su placer, somos mujeres libres e independientes, y queremos hacer que se note nuestra ausencia para que valoren nuestra presencia. No yendo a trabajar, no yendo a la universidad. Para demostrar que debemos vivir en armonía unos con los otros, porque no existirían los hombres sin las mujeres, ni las mujeres sin los hombres.


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